El Convento de Santa Clara es un convento de clausura, habitado por monjas de la orden de Las Clarisas. Este edificio religioso tiene sus orígenes en el siglo XVI durante el ducado de Alfonso de Aragón. Esta primera fundación, desgraciadamente, tendrá una vida corta y será años más tarde, a través del empeño de Luís de Vich, cuando se producirá su refundación con monjas venidas desde Francia.
En época Borja, muchas mujeres de la familia ingresaron en este convento, entre ellas Mª Enríquez, que ingresó en el convento tras la finalización de su regencia.
Actualmente sigue habitado. El convento alberga la imagen de la Virgen de Baluarte, la virgen de la lluvia. Sólo es posible visitar su iglesia de estilo gótico que se encuentra en la parte derecha del edificio. Una visita de la iglesia antes de la misa es una experiencia diferente y un poco misteriosa. Mientras se visita la iglesia y ornamentos se pueden escuchar los cantos y las oraciones de las monjas sin saber de qué lado de la iglesia provienen.
Su colección artística se exhibe en el Museo de Santa Clara, situado en el Antiguo Hospital de San Marc.